domingo, 2 de octubre de 2016

Un Nuevo Pensamiento

La Venezuela de hoy, ha expirado. Mucho de los que queríamos creer, de lo que aún queda residuos de lo que queremos creer se ha resquebrajado y ha colapsado estrepitosamente como castillo de naipes, haciendo levantar una gran nube de polvo que nos ahoga. Estamos viviendo no el desmoronamiento del sistema social, político y económico de nuestro país, sino, indudablemente, lo que vivimos se trata más bien, del respirar esa gran nube de polvo que levantó ese gran peso, de nuestro viejos ideales, siempre buenos y malos a la ves, que sin duda, ya se ha dado, hace un tiempo.

Entonces, más importante que saber exactamente cuales son las causas de aquel fuerte temblor, es mucho más importante, el tener en cuenta de que tenemos que empezar a construir, desde abajo, el nuevo pensamiento del ser Venezolano, ya no apegado a lo anterior, sin mencionar tantas veces en nuestros discursos a caudillos y a la muerte, tiene que resurgir, de los corazones de los jóvenes y adolescentes venezolanos la primera gran acción humana, el pensar, el sentir, el amar.

Como aire fresco que toca la cara del luchador, y como agua que toca los labios del sediento, es imperante, que nos coloquemos al frente de esta tarea. Es momento de cuestionarnos, ya no por las causas del desplome que vivimos ahora, si no que, colectivamente, nos preguntemos lo que queremos, una y otra vez, nos cuestiones lo que somos, y nuestro significado, ¿todo el tiempo queremos ser vistos como la nación rica, pero pobre? Es cierto también, que los sistemas colapsan, que casi naturalmente, la entropía colapsa el sistema, entonces, nuestro deber es hacer algo nuevo con lo que han hecho de nosotros, los jóvenes. Como decía sartre, ya la vida misma, implica el no escape, ya estamos aquí, e inevitablemente, nuestra realidad nos buscará donde sea que nos escondamos, es tiempo de que no le huyamos a nosotros mismos, es estúpido pensar, que la responsabilidad de lo que pasa ahora, no nos atañe a nosotros. 

Pienso que a la final, la crisis de las naciones, son crisis identitarias. Pero el hombre, tiene la capacidad de auto-definirse. Eso, eso debemos hacer. El construir desde abajo, el ser Venezolano, el nuevo pensamiento que nos identifique, y que aquella nueva identidad del ser venezolano resurgido desde las cenizas, nos impulse, inequívocamente, hacia adelante

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